Una batalla perdida. Luchar contra la ignorancia de los que no quieren entender
Una batalla perdida. Quienes dirigen la sociedad en la que vivimos no quieren que la gente razone…
Luchar contra la ignorancia de quienes no quieren entender es, por desgracia, una batalla perdida.
Quienes dirigen la sociedad en la que vivimos no quieren que la gente piense.
Si lo hicieran, se darían cuenta de lo absurdos que son ciertos hechos que ocurren más o menos regularmente ante nuestros ojos.
Si eres un delincuente, si haces trampas, provocas desastres, robas o asesinas, serás perdonado y casi envidiado por algunos.
Sin embargo, si eres «culpable» de ser una expresión de la imprevisibilidad de la naturaleza, entonces serás humillado, escarnecido y rechazado.
Piensa, por ejemplo, en cómo trata la sociedad a las personas con problemas mentales.
La irracionalidad y falsedad que se nos han transmitido durante siglos, especialmente por parte de personas con poder religioso, ha acabado por propagar estos efectos demenciales en la sociedad.
