De nada sirven los juegos virtuales ni las exhibiciones de beneficios anormales mediante simulaciones por ordenador.
A veces, los inversores virtuales ganan millones.
Pero solo sobre el papel.
No basta con leer libros y conocer las experiencias de otros.
Las experiencias más valiosas son las que se realizan en la propia piel.
Lo que realmente distingue al verdadero profesional es la pasión por el mercado — y no por el dinero o por el lucro fácil — que le lleva a encontrar el tiempo y la forma de disciplinar tanto su comportamiento como su carácter.
El profesional busca ante todo hacer lo correcto, en lugar de centrarse únicamente en el lucro.
Además, debe poseer cualidades fundamentales como el entusiasmo, la voluntad, la dedicación al sacrificio, la preparación, la competencia y el deseo de destacar.
