Un corazón generoso. Comprende la verdadera esencia
Un corazón generoso comprende la verdadera esencia y no lo que se muestra o se quiere dejar ver….
Es maravilloso toparse con alguien generoso.
En mi opinión, la generosidad se manifiesta cuando una persona es capaz de percibir lo que hay más allá del velo de las convenciones y los comportamientos que cada uno de nosotros deja traslucir en aras de una vida tranquila y, en ocasiones, por oportunismo.
Un corazón generoso, en cambio, comprende la verdadera esencia, no lo que se muestra o se deja ver.
La generosidad puede manifestarse cuando se posee la plenitud, cuando lo que se tiene es tan superabundante que puede darse, compartirse, sin miedo a quedarse sin nada y sin sentir escasez.
Es diferente de la magnanimidad otorgada casi condescendientemente, casi despreciando a los demás, a la que algunos dan su disponibilidad para mostrar que los demás carecen de ella y hacerse pasar por quienes poseen algo que desean otorgar.
Lamentablemente, esto sucede muy a menudo y la relación se caracteriza por una falsa aura de generosidad, pero en ella solo hay una gran disparidad.
Hay quien da y quien recibe, pero solo en un sentido.
El corazón generoso, en cambio, aprecia todas las cualidades, las ama y las comparte, considerándolas iguales.
La generosidad aprecia y pone a ambos en pie de igualdad.
Pero para experimentar este tipo de contacto, hay que tener la suerte de encontrarse con una persona que esté en el mismo nivel de vibración y sensibilidad emocional.
Solo alguien que posea estas cualidades podrá apreciar todas tus cualidades, amándolas y mostrando, recíprocamente, las suyas.
Solo esta persona es capaz de amar con el corazón.
Si esto ocurre, ambos crecen y se sienten enriquecidos.
Pero, viendo los tiempos que corren, creo que esa forma de relacionarse está profundamente desfasada y tal vez carezca de sentido.
