septiembre 27, 2024 Internet y vida virtual
El cliché a partir del cual se originó todo.
Un alboroto sin sentido

No me gusta nada (por decirlo suavemente) el sesgo «ideológico» que prácticamente todo el mundo da ahora a «sus» blogs, incluidos los de recetas de cocina o bordados.
Prácticamente siempre se entregan a interminables polémicas basadas en una incomprensible «jerga política», mezclada con unos cuantos conceptos sacados aquí y allá de Google (o mejor, no, Duckduckgo, o mejor aún, Tor, es más seguro…). En cualquier caso, siempre y en todo caso, aderezados con una generosa dosis de hipocresía, un corporativismo de pega y un mal disimulado racismo de base.
Ahora me parece que la evidente (y sobre todo progresiva) degradación estructural, económica, social y moral que está afectando a todo el planeta Tierra es siempre y en todo caso culpa de los que no forman parte de los considerados «nosotros»: el adversario, el competidor, el «enemigo».
En definitiva, el «diferente» a ellos, según sus creencias e ideologías.
Derecha o izquierda, marfil o ébano, orden o anarquía, hombre o mujer: a estas alturas, cualquier tema posible se convierte en caldo de cultivo de enfrentamientos ideológicos que carecen de todo sentido.
Con el resultado de que el alboroto suscitado tapa inevitablemente lo que está en la raíz, el cliché del que todo se originó y que hoy tendemos aún más a no querer mirar.