diciembre 13, 2024 Reflexiones de una hereje
Emociones a flor de piel.
Objetos perdidos

A veces pierdo algo.
Algo se me escapa del bolso o de la mochila mientras intento recuperar el resto y no me doy cuenta.
No siempre se trata de objetos importantes.
A veces sí, pero no siempre.
A menudo son cosas pequeñas : un brillo de labios, un pañuelo, una pinza para el pelo.
Otras veces, sin embargo, se trata de un objeto al que tengo cariño y que está vinculado a mi pasado : una fotografía o un objeto que me regaló alguien a quien quise o que me quiso.
Por eso, cuando me doy cuenta de que lo he perdido, me deprimo.
Intento mirar a mi alrededor tímidamente, escudriñando el suelo y rebuscando aún más en mi bolso, con la esperanza de encontrar lo que guardé celosamente durante tanto tiempo y que, en un momento de distracción, tiré a la basura.
Si se trata de un objeto especialmente querido para mí, entonces su desaparición adquiere un valor absoluto y resurge un sentimiento de culpa y pena que siempre me sumerge en la tristeza.
Cada vez que me ocurre esto, pienso en todos los objetos perdidos que me eran muy queridos y que, sin embargo, seguía creyendo que en realidad no se habían perdido para siempre.
Quería imaginar que se habían acumulado en un lugar ideal, en un limbo irreal poblado por todo lo que se perdió en el mundo.
Un lugar como un armario donde cada objeto está catalogado y guardado cuidadosamente.
Y quién sabe si un día, cuando ya no esté, alguien llamará al timbre de mi casa y me entregará un baúl que contiene todo lo que nunca esperé encontrar.
Un baúl lleno de objetos de los que recuerdo perfectamente cada detalle y que me traen recuerdos de momentos ya pasados.
En su interior habría de todo : fotografías algo descoloridas, pañuelos arrugados, pendientes desparejados, monedas de otros lugares y otros tiempos, llaves de casas lejanas en las que nunca volveré a vivir.
Y en ese momento me emocionaría.