La gran mayoría de la gente seguramente ha leído (o al menos ha oído hablar) de la historia bíblica de Moisés y los Diez Mandamientos.
Pero nunca han oído hablar de las 42 leyes egipcias de Maat.
Maat era la diosa egipcia encargada de evitar el caos y mantener la verdad en la antigua Kemet (Egipto).
En la historia bíblica, Moisés fue educado en «toda la sabiduría de los egipcios», como se registra en Hechos 7:22.
Esto significa que Moisés conocía bien las 42 leyes de Maat.
¿Quizás Moisés se inspiró en las antiguas enseñanzas egipcias a la hora de escribir los mandamientos?
Los egipcios seguían los cuarenta y dos mandamientos de Maat, hija de Ra, que era el emblema de la justicia y la verdad.
Sus símbolos eran la «balanza» y, sobre todo, la «pluma», emblema del Orden Cósmico frente al caos estéril.
Su némesis era Isfet, la mentira y el caos.
Maat había sido enviada por el Padre para aniquilarlo.
El papel de Maat era primordial en el pesaje de las almas en la Duat, el inframundo egipcio.
Su pluma era la medida que determinaba si el alma del difunto podía o no llegar a la otra vida.
El corazón, sede del alma de cada difunto según los egipcios, se pesaba en la Sala de las Dos Verdades o de los Dos Maats, en el platillo de una balanza custodiada por Anubis.
En el otro platillo, el de la balanza, se colocaba la pluma de Maat.
Si el peso de la pluma era superior, el alma no podía llegar al más allá.
Esta es la razón por la que el músculo cardíaco no se extraía del cadáver durante la momificación, a diferencia de los demás órganos.
Si el corazón pesaba lo mismo que la pluma de Maat o era más ligero, significaba que el difunto había llevado una vida virtuosa y, por tanto, sería llevado a los campos de Aaru, el lugar de dicha con Osiris.
Si, por el contrario, pesaba más que una pluma, el corazón era devorado por el monstruo Ammit, sin posibilidad de alcanzar la inmortalidad.
1. No mates ni permitas que otros lo hagan.
2. No traiciones a la persona a la que amas ni a tu cónyuge.
3. No vivas enfadado.
No sembres el terror entre la gente.
No agredas ni causes dolor a tu prójimo.
6. No explotes a los demás ni practiques la esclavitud.
7. No dañes ni causes dolor a los seres humanos ni a los animales.
8. No hagas llorar a nadie.
9. Respeta a tu prójimo.
10. No robes lo que no es tuyo.
11. No te excedas comiendo.
12. No dañes la naturaleza.
13. No quites lo que ama a nadie.
14. No des falso testimonio.
15. No mientas para perjudicar a los demás.
16. No impongas tus ideas a los demás.
17. No actúes para hacer daño a los demás.
18. No hables de cosas que no te incumben.
19. No escuches en secreto los asuntos de los demás.
20. No ignores la verdad ni la justicia.
21. No juzgues mal a las personas sin conocerlas.
22. Respeta todos los lugares sagrados.
23. Respeta y ayuda a los necesitados.
24. No te enfades sin motivo.
25. No obstruyas nunca el paso del agua.
26. No malgastes el agua para tus propias necesidades.
27. No contamines la tierra.
28. No pronuncien en vano el nombre de los dioses.
29. No desprecies las creencias de los demás.
30. No te aproveches de la fe de los demás para hacer el mal.
31. No te dirijas a los dioses con demasiada insistencia ni con ligereidad.
32. No te aproveches de las posesiones de tu prójimo.
33. Honra a los muertos.
34. Honra los días sagrados aunque no creas.
35. No te apropies de las ofrendas hechas a los dioses y utilízalas para ti.
36. No desprecies los ritos sagrados aunque no te gusten.
37. No mates animales sin motivo.
38. No actúes con insolencia.
39. No actúes con arrogancia.
39. No presumas de tu riqueza delante de los demás.
41. Respeta estos principios.
42. Respeta la ley si no entra en conflicto con ellos.
