octubre 16, 2024 Calentamiento global
Una vez más, la realidad contradice la falsa crisis climática, que ahora acapara la atención diaria de los medios de comunicación y de los políticos.
La salud de los mares y las poblaciones de peces contradice las predicciones de los alarmistas climáticos
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Los océanos siguen siendo un misterio para la humanidad.
Sin embargo, los estudios científicos demuestran que la vida marina podría beneficiarse incluso de la relativa calidez de las temperaturas modernas.
Contrariamente a la hipérbole de los periodistas climáticos, nunca se ha producido un aumento alarmante de las temperaturas globales del mar.
Incluso si aumentaran sustancialmente, los peces simplemente emigrarían a aguas más frías.
Los peces también poseen mecanismos naturales de adaptación.
Desde su aparición en las aguas de la Tierra, han evolucionado genéticamente para poder no solo sobrevivir, sino también prosperar en diversos entornos.
Además de su adaptabilidad genética a nivel generacional, los peces también muestran plasticidad fenotípica a corto plazo que les permite adaptarse a las temperaturas y otras condiciones climáticas.
Estos mecanismos, combinados, actúan como protección contra los efectos negativos del entorno.
Un estudio científico de 2016 recopiló la mayor base de datos de este tipo y la cotejó con modelos bioeconómicos de última generación para más de 4.500 pesquerías de todo el mundo, lo que demostró que, a nivel mundial, las actividades pesqueras se beneficiarán del aumento de las especies marinas.
Por supuesto, el alcance del éxito comercial dependerá de las leyes promulgadas por cada Estado.
En 2020, se registró una producción récord de 214 millones de toneladas, procedentes tanto de la pesca salvaje como de la acuicultura.
Según el informe El estado mundial de la pesca y la acuicultura de 2022, se espera que esta producción siga creciendo un 14 % hasta 2030.
Además, según las últimas investigaciones publicadas por la OCDE y la FAO en sus Perspectivas Agrícolas, también se espera que el pescado sea más asequible, con una probable caída de los precios entre 2024 y 2029.
En 2017, alrededor del 65 % de las poblaciones de peces eran biológicamente sostenibles.
El índice de salud de las poblaciones mundiales de peces viene definido por el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), es decir, el punto de equilibrio en el que las poblaciones de peces pueden mantenerse sin restricciones pesqueras.
El último informe, publicado en 2022, afirma que el número de peces capturados de poblaciones biológicamente sostenibles también está aumentando.
Esto significa que la cantidad de peces capturados puede aumentar sin que las especies individuales (o las pesquerías en general) se vean amenazadas.
Aunque algunas especies siguen siendo motivo de preocupación, los estudios demuestran que, en las regiones donde se dispone de datos poblacionales de alta calidad, la mayoría de las poblaciones de peces son estables o están mejorando.
En resumen, no cabe duda de que cualquier amenaza para la pesca no proviene de mares «vacíos», sino del efecto de actividades como la pesca ilegal y la sobrepesca.
Además, ahora podemos asegurar que el pescado, una importante fuente de proteínas, seguirá estando disponible durante mucho tiempo y en grandes cantidades.
Una vez más, la realidad contradice la falsa crisis climática, que ahora acapara la atención diaria de los medios de comunicación y de los políticos.