septiembre 24, 2024 Memorias de debajo de la escalera
Las mujeres llevan más de un siglo luchando por la igualdad de derechos.
Y ahora se dejan tratar como si fueran una especie débil.
¿La menopausia como enfermedad? Otra locura más

Desde la noche de los tiempos, la menopausia siempre se ha considerado un fenómeno natural y no una enfermedad, cosa que ciertamente no es.
Sin embargo, en las últimas décadas, la industria farmacéutica se dio cuenta de que podía ganar mucho dinero ofreciendo tratamientos a todas las mujeres para combatir los síntomas que suelen aparecer durante la menopausia.
Las pruebas que demuestran que la llamada HRT (terapia hormonal sustitutiva) puede provocar enfermedades muy graves, como el cáncer, siempre han sido pasadas por alto por los periodistas que trabajan para las revistas femeninas y la televisión.
Por otra parte, quienes conocen muy bien los peligros de estas terapias (como yo, que tuve que someterme a una HRT muy fuerte durante muchos años) saben muy bien que hay que someterse a una dieta estricta durante toda su duración, además de hacerse análisis de sangre cada 6-8 semanas.
Sin duda, la HRT no es un paseo por el parque, sino una terapia médica realmente pesada, que plantea varios riesgos para la salud.
Desde luego, no es un tratamiento que deba tomarse a la ligera, como han afirmado celebridades que a lo largo de los años han competido por ser entrevistadas sobre el tema.
Recientemente, en Inglaterra, a principios de 2024, la Autoridad para la Igualdad de Oportunidades sucumbió al revuelo mediático e introdujo una nueva ley laboral según la cual las mujeres menopáusicas deben ser tratadas en la práctica como si fueran discapacitadas, y recibir así el mismo trato preferente que las personas paralíticas o ciegas.
En pocas palabras, la autoridad inglesa competente ha pedido a los empresarios que tomen medidas para las mujeres que presenten síntomas que mermen su rendimiento en el trabajo.
En consecuencia, las mujeres de entre 40 y 60 años con síntomas menopáusicos pueden trabajar desde casa siempre que lo deseen.
Para reforzar la sentencia, también se anunció que cualquier empresario que no cumpla esta nueva ley podrá ser demandado.
Lo peor de todo este asunto es que millones de mujeres han permitido que las conviertan en víctimas, e incluso en esclavas permanentes de la industria más corrupta y peligrosa del mundo : la industria farmacéutica.
Las mujeres han luchado durante más de un siglo por la igualdad de derechos.
Y ahora se dejan tratar como una especie más débil, incapaz de trabajar normalmente y necesitada de un trato «especial» durante la mayor parte de su vida.
Muchas mujeres celebraron esta nueva ley sobre la menopausia y la consideraron una «victoria».
Sin embargo, es precisamente esta nueva legislación la que va a expulsar del mercado laboral a las mujeres de entre 40 y 60 años, del mismo modo que las mujeres en edad fértil se han quedado prácticamente sin empleo en muchos sectores.
En resumen, la inmensa mayoría de las mujeres tendrán grandes dificultades para encontrar empleo en un futuro próximo.