noviembre 2, 2024 Reflexiones de una hereje
El dinero siempre dictará tu vida.
La esclavitud del dinero. Para vivir con dignidad no es necesario poseer grandes riquezas
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Como saben mis fieles lectores, nunca en mi vida he tenido el objetivo de hacerme millonaria.
Por supuesto, el dinero es importante para poder sobrevivir y tener una vida (al menos) decente.
Sin embargo, cuanto más ganas, más te arriesgas a perder tu libertad personal.
El dinero no sólo no compra el amor, sino que atrae a su alrededor a personas interesadas exclusivamente en ganar algo.
Puedes ser rica y famosa, rodeada de miles de personas que te aclaman por todo lo que dices y haces.
Seguro que siempre serás el centro de atención.
Pero también te sentirás muy sola si vives una vida así.
Por eso siempre he hecho todo lo posible por mantener mi equilibrio personal.
Para poder disfrutar plenamente de ese maravilloso regalo que recibí cuando vine al mundo.
La vida.
Incluso en el mundo laboral ocurre lo mismo.
Cuanta más carrera tienes, más te aíslas inevitablemente del resto del mundo.
Puedes convertirte fácilmente en el blanco de jueces corruptos, de banqueros codiciosos que hacen negocios en contra de los intereses de sus propios clientes, de políticos que, en nombre de algún valor «supremo», pueden embargar tu empresa en cualquier momento.
Hasta intentar eliminarte físicamente.
Para vivir con dignidad no es necesario poseer grandes riquezas.
Sé que parece una exageración lo que voy a decir.
Simplemente coge una calculadora y echa cuentas.
Puedes pasarte un año entero en hoteles de lujo todas las noches.
Volar en primera clase todo el tiempo, cada semana, con las mejores aerolíneas.
¿Y cuál sería el gasto anual para semejante vida de nabob?
Como mucho, un millón de dólares.
Así que las cifras desorbitadas y, sobre todo, ilógicas que flotan en el ambiente de la llamada «alta sociedad» están completamente sobrevaloradas.
Por supuesto, siempre se pueden comprar las mejores villas en los lugares más encantadores del planeta.
Amueblarlas con obras de arte.
Pero entonces habría perdido su libertad personal.
El dinero será tu dueño.
Y tú sólo serás su esclava.
El dinero siempre dictará tu vida.