Italia en píldoras. La muerte total del Estado de derecho

diciembre 12, 2024 Reflexiones de una hereje, Historia oculta

¿No piensas en lo que los llamados «poderes fuertes» pueden hacerte?
Me refiero a la muerte total del Estado de derecho, la democracia y sus corolarios, como el debido proceso, la seguridad jurídica, el ne bis in idem y la prohibición de la reformatio in peius.

Es escalofriante.

«Veronica Baker«


Italia en píldoras. La muerte total del Estado de derecho

Normalmente no estoy de acuerdo con Luttwak, pero en este caso está totalmente en lo cierto.



Un mundo implacable. Discurso sobre sistemas máximos.



Mediterráneo. Escena final.
Italia en píldoras. Inevitablemente, quienes se engañan a sí mismos creyendo que pueden cambiar algo acaban haciéndolo.



Nuestra sociedad quiere que le cuenten cuentos de hadas y, si alguien se atreve a decir que el agua moja, es atacado por todos.
Con la justicia ocurre lo mismo.

Siento lástima por esos padres cuyo hijo ha sido asesinado y que, después de 10 años sin encontrar al culpable, siguen diciendo :

«Tengo fe en la justicia».

Del mismo modo, compadezco a esos tontos que, después de haber sido condenados en primera y segunda instancia, de haber perdido años luchando contra molinos de viento y de haber sido finalmente absueltos por el Tribunal Supremo, exclaman :

«¿Lo ven? Tenía razón al tener fe en la justicia».

Pero, ¿qué clase de justicia es esa que te pone en la picota sin siquiera escucharte y sin que puedas defenderte?

¿Qué clase de justicia es la que, por ejemplo, mete a la gente en la cárcel unos días antes de Navidad y luego interroga al magistrado a mediados de enero? (Así, pasan un tiempo en la cárcel y quizá estén más dispuestos a cumplir las exigencias del primer ministro cuando este se «digna» a interrogarlos).

Cuando un aparato del Estado es indecente, los ciudadanos tienen el deber de decirlo, por amor y respeto a su país.

Pero Italia no es un país, los italianos no son un pueblo, sino un amasijo de municipios, ciudades-estado y estados, cada uno de los cuales solo piensa en su propio interés.

Este país debería estar indignado, como mínimo, desde los tiempos de Enzo Tortora, sin ningún tipo de sesgo político, territorial, religioso, racial, etc.





Los italianos son esclavos de su propia imbecilidad y se lo merecen.

Un país que nació y morirá (porque morirá tarde o temprano) sobre el compromiso y no sobre la idea del pueblo, asfixiado por la espiral mafiosa y clientelista que deliberadamente se ha apretado alrededor de su cuello.


Italia en píldoras
Italia en píldoras.

El archivo me da la razón hoy y me la dará aún más cuando se revele el contenido de lo que vengo diciendo desde hace años y que cada día se hace más real.

Por ahora, sin embargo, es su problema, no el mío.