diciembre 20, 2024 Reflexiones de una hereje
Hay que trabajar para ganarse la vida.
No para satisfacer las necesidades creadas por el marketing.
Humanidad de antaño. Buenas costumbres y sentido común
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De niña, mis abuelos maternos, con los que pasaba las vacaciones de verano, me enseñaron muchas buenas costumbres.
Mi abuelo Giovanni era agricultor.
Durante el día trabajaba como obrero en una famosa industria química belga, Solvay, en Rosignano, en la provincia de Livorno.
Los sábados por la mañana volvía a la granja para trabajar como agricultor.
También se ocupaba de su huerto personal, donde pasé mi infancia.
Mi abuela Lida era ama de casa y, aunque siempre tenían muy poco presupuesto familiar, intentaba llegar a fin de mes como fuera.
En resumen, eran gente de manos grandes dedicada a la agricultura.
Pobres, pero sobrios a la vez.
Tenían caderas anchas y no conocían el lado ostentoso de la vida.
También porque no tenían mucho para gastar.
Todas estas buenas costumbres, tan ligadas al sentido común y a nuestra naturaleza, siempre me han recordado la importancia de una buena gestión financiera, no solo de lo que poseemos.
También me han ayudado a organizar mi vida cotidiana.
Me han recordado que no siempre es necesario gastar.
Sobre todo para comprar algo que no es realmente necesario.
A continuación, algunas que todo el mundo podría seguir fácilmente :
No se tira nada, porque todo se puede convertir en otra cosa, solo hay que guardarlo bien y recordarlo.
Por ejemplo, un mantel estropeado se puede reciclar fácilmente y utilizar para hacer paños de cocina o una pequeña cortina.Las luces eléctricas deben permanecer apagadas mientras haya luz natural.
Si necesitas una fuente de luz, acércate a la ventana.
Personalmente, coloco la mesa de mi despacho (y el puesto de trabajo con el ordenador) justo al lado de las ventanas.Se puede ahorrar dinero incluso cuando se puede gastar más.
Quien puede vivir con menos, también puede vivir con más.
Lo contrario no funciona : los malcriados tienen una vida corta.Es inútil vestirse diferente cada día.
«Quien va guapo siempre no va guapo nunca».Aprende a hacer el mayor número posible de cosas por ti mismo.
Es una fuente de satisfacción y te hace más independiente.
«No hagas que otros hagan lo que tú mismo puedes hacer».
Hay que trabajar para vivir.
No para satisfacer las necesidades creadas por el marketing.
La sobriedad es una forma de vida.
Es una forma de ser más que de tener.
Un estilo de vida que sabe distinguir entre necesidades reales e inducidas.
No, no es la típica prédica barata de los habituales «izquierdistas» que siempre hablan de «reciclar», «salvar el planeta», «consumir menos» y otras expresiones que repiten como loros en todas las salsas.
Pero es simplemente mi forma de vida.
Pura humanidad.
Si vis amaris ama
Los ídolos de nuestra juventud son especiales.
Pero los héroes de los niños son inmortales.
Un mundo que, lamentablemente, ya no existe.
Estamos perdiendo las coordenadas fundamentales de ese mundo.
Pero, sobre todo, los pilares indispensables.
Sobre los que se ha construido su interminable y legendaria historia desde el principio.