octubre 19, 2024 Totalitarismo
Observa la realidad.
Falsos opuestos e name calling. Su eficacia es muy alta
El tema de los «falsos opuestos» está siempre presente en cualquier elección en la que dos facciones son solo aparentemente opuestas.
Pero en realidad se parecen.
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Todas las ideologías se persiguen «por opuestos complementarios».
En pocas palabras, se crean ideologías opuestas para que choquen entre sí.
Así, cada facción piensa «o estás con nosotros o estás contra nosotros».
A menudo, la adhesión a una u otra ideología (de ahí también las creencias religiosas, el apoyo a uno u otro equipo de fútbol y, en general, cualquier tema en el que haya facciones enfrentadas) se sustenta en factores más emocionales que racionales.
Esto crea incomunicación entre los bandos.
Así como el odio mutuo.
De hecho, el ser humano tiene la memoria ancestral de identificarse a sí mismo como «nosotros, los buenos».
Los de fuera o los que no comparten las mismas ideas y costumbres son «los otros, los malos».
Esta característica biológica siempre se ha explotado hábilmente tanto para fomentar guerras como para dividir a la población en una plétora de ideologías opuestas.
En resumen, la población está enjaulada en una miríada de falsos opuestos.
El objetivo final es malgastar energía innecesaria en enfrentamientos entre facciones opuestas que :
Malgastar energía innecesaria en enfrentamientos entre facciones opuestas que descargan la ira contenida en escaramuzas inútiles.
Porque si las dos fuerzas opuestas se unieran, pronto se convertirían en una fuerza imparable y, por tanto, muy peligrosa.Compartimentar la información.
De este modo, la gente no se da cuenta de quién mueve realmente los hilos.
De hecho, la creación de ideologías opuestas impide que la gente tenga una idea real de la historia, del presente y de las cuestiones medioambientales.
En pocas palabras, la «compartimentación de la información» sirve para ocultar información potencialmente peligrosa en un mundo en el que guardar un secreto resulta cada vez más difícil.
Además, asociar un concepto a personajes fanáticos, malévolos o incluso dementes es una excelente manera de impedir que se debatan a fondo esas cuestiones.
En efecto, nadie quiere ser considerado loco, fanático o malvado por los demás.
Se trata de una estrategia llamada «Name Calling«.
Es una estrategia muy popular en Internet y en la televisión.
El name calling y la división en falsos opuestos son los principales medios de manipulación del pensamiento utilizados en los medios de comunicación de masas actuales.
Su eficacia es muy alta.
Basta con observar la realidad.