diciembre 27, 2024 Libros
En mi opinión, no nos hemos vuelto ciegos.
Ciegos que ven.
Ciegos que ven, pero no ven.
Ensayo sobre la ceguera. Una humanidad feroz, incapaz de ver las cosas con racionalidad
Tal vez José Saramago también quiso advertir a la humanidad de los turbios y ocultos propósitos de las élites…
En un momento y lugar indeterminados, toda la población pierde repentinamente la vista a causa de una epidemia inexplicable.
Las personas afectadas se ven envueltas en una nube lechosa.
Las reacciones psicológicas son devastadoras: se produce una explosión imparable de terror y violencia gratuita, y los efectos de la enfermedad en la convivencia social son dramáticos.
La ceguera borra toda forma de piedad y sumerge a la humanidad en la barbarie, desatando un brutal instinto de supervivencia.
Una humanidad feroz, incapaz de ver las cosas con racionalidad.
Destrucción, crueldad, degradación, indiferencia, egoísmo, poder y prepotencia.
Una guerra de todos contra todos.
Una dura denuncia de la oscuridad de la razón.
Aunque, al final, aparezca un rayo de luz y salvación.
Siete voi i colpevoli, siete voi, soltanto voi.
«Josè Saramago – Ensayo sobre a lucidez»
Más tarde, José Saramago escribió «Ensayo sobre a lucidez«, continuación de «Ensayo sobre la ceguera«.
Así que vuelvo a hacer la pregunta (retórica) de antes : ¿quizá quería advertir a la humanidad de los turbios planes (pero no demasiado) ocultos de las élites?
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En un lugar indeterminado, la capital de un país contemporáneo hipotético, sucede algo completamente inesperado.
El 70 % de los ciudadanos vota en blanco.
Por este motivo, el gobierno del país decide que la policía espíe a los ciudadanos y convoque nuevas elecciones.
Sin embargo, la policía no descubre nada nuevo.
El gobierno no halla ninguna organización subversiva.
Y en las nuevas elecciones se obtiene un resultado aún más sorprendente.
El 83 % de los ciudadanos vota en blanco.
Cuatro años antes se había producido otro hecho trascendental e inexplicable: una ceguera colectiva.
Para resolver este «problema electoral», los gobernantes deciden adoptar medidas drásticas propias de los procesos dictatoriales: desde el estado de sitio de la capital hasta la centralización del poder en manos de un grupo cada vez más reducido de políticos.
El resultado revolucionario de las elecciones es tachado de terrorismo.
Aunque la Constitución del país prevé el voto secreto, el voto en blanco o nulo y la abstención, los gobernantes ignoran por completo esta posibilidad.
Por supuesto, ni los gobernantes ni el Presidente de la República contemplan la posibilidad de que el resultado de las elecciones sea la consecuencia lógica de su gestión política irreflexiva…