El arte de besar. Palabras que quedarán grabadas en tu corazón
Un beso da bienestar, felicidad…
Cuando tenía diecinueve años, llamó mi atención un librito cuyo título sonaba más o menos como«El arte de besar».
Lo compré y, tras recorrer inexorablemente los interminables estantes de mi estantería, acabé por encontrarlo.
No hace falta decir que me encanta besar.
Pero no creo que nadie tenga la menor idea de cuántas personas son, por desgracia, incapaces de besar correctamente.
No es por citar a toda costa al autor del manual anterior, pero cuando beso simplemente quiero meterme en su alma y ponerla en completa armonía con la mía.
Así que los besos apresurados, feroces o con una lengua áspera y brusca que trata de introducirse en mi cavidad bucal como si buscara algún tesoro escondido no me atraen.
Me atraen los besos dulces, suaves, tiernos, con los ojos cerrados, lentos y un poco tímidos al principio.
