septiembre 27, 2024 EcoAnemia
Nunca quise, ni quiero deudas.
Deudas. Ni imprescindibles ni necesarias
No tengo.
Nunca las he tenido.
Por principio, estoy en contra de tener deudas.
En toda mi vida nunca he pedido un préstamo ni he pagado a plazos nada.
Siempre he pagado al instante lo que debía.
Siempre he pensado así :
«Si te lo puedes permitir, cómpralo ; si no te lo puedes permitir, no lo compres».
No me gusta irme a dormir por la noche sabiendo que hay alguien a quien tengo que devolver algo.
Pocas veces me ha pasado que me olvide el monedero y no tenga dinero para pagar la compra en la panadería y, claro, que me digan :
«No te preocupes, ya me pagarás la próxima vez».
Pero yo sabía que no podía estar tranquila durante el día y, por eso, después de pasar por casa, volvía inmediatamente para pagarle lo que le debía.
Nunca he querido ni quiero tener deudas.
Por eso pronto devolveré lo que me dieron de más.
Lo prometo.