octubre 9, 2024 Calentamiento global
Es uno de los muchos servicios de suscripción que ofrecen las multinacionales agroalimentarias.
Cultivar tus propias verduras es malo para el planeta

Un paso más en la ya cotidiana guerra contra la alimentación.
Un nuevo estudio de la Universidad de Michigan ha descubierto que los cultivos urbanos son mucho más perjudiciales para el medio ambiente que los «cultivos convencionales».
¿Qué significará esto para el ciudadano de a pie?
Más normas, más comercialización, menos libertad.
Todo, una vez más, en nombre de la «lucha contra el cambio climático».
Quien dude de que se trata de un artículo de apoyo a la conocida «Agenda 2030», puede comprobar las agencias de investigación gubernamentales que han «apoyado» este proyecto de investigación :
«El proyecto ha recibido el apoyo del Consejo de Investigación Económica y Social del Reino Unido, el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania, la Agencia Nacional de Investigación de Francia, la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, el Centro Nacional de Ciencia de Polonia y el programa de investigación e innovación Horizonte 202 de la Unión Europea».
Se trata de un estudio que solo se ha publicado para ser utilizado en algún programa de televisión, de modo que, tarde o temprano, algún experto lo mencione en algún debate político de máxima audiencia e inicie una discusión sobre «regulación».
No hace falta ser un genio para darse cuenta de a dónde quieren llegar.
Nunca ilegalizarán el cultivo de hortalizas para uso personal, simplemente lo harán cada vez más difícil.
Empezarán a pedir licencias, supuestamente por motivos de «seguridad alimentaria», aunque en realidad será una excusa para restringir el consumo de alimentos procedentes de zonas «no reguladas», ya que se afirmará que pueden provocar enfermedades alimentarias.
Con el paso de los años, las licencias serán cada vez más caras y, como de costumbre, habrá fuertes restricciones para obtenerlas.
Tal vez solo se podrán utilizar semillas de determinados proveedores autorizados, semillas de plantas OGM que «mitigarán el impacto del cambio climático».
Lo más probable es que estas semillas sean «terminales», es decir, estériles en la segunda generación.
De este modo, con el tiempo, dejarán de ser posible el cultivo de tus propias hortalizas y se convertirán en uno más de los muchos servicios de suscripción que ofrecen las multinacionales del agronegocio.