Artículos científicos que nunca leerá en los medios de comunicación (4)
En esta página – que actualizaré más o menos a diario – informaré de algunos artículos científicos de especial interés en relación con los tiempos tan convulsos que vivimos en la actualidad.
Christian Baumeier et al (2022). Intramyocardial inflammation after COVID-19 «vaccination» : an endomyocardial biopsy-proven case series. https://doi.org/10.3390/ijms23136940
Melius abundare quam deficere.
Una confirmación más de lo que sé desde hace más de un año.
Se trata de un estudio que presenta un relato histórico detallado tanto de los orígenes del famoso estudio de Milgram como de la posterior controversia que lo rodeó a lo largo de los años.
Uno de los artículos científicos más importantes jamás escritos sobre el tema.
La verdad sobre las estelas químicas. La entrevista prohibida a Enrico Gianini.
Sabemos que Italia es uno de los países donde la libertad de prensa es prácticamente inexistente y donde el ambiente científico siempre ha sido proclive a los llamados «poderes fuertes».
Por eso, llega culpablemente tardía la publicación de este estudio, por cierto, muy «esperado», que solo podrán usar los «médicos» para hablar de los efectos secundarios «sufridos» por quienes se han inyectado las llamadas «vacunas».
Ya la página de introducción en mi opinión es elocuente :
«El largo bienio de la pandemia del Covid-19, que aún no podemos archivar, debido a las continuas «variantes», nos ha enseñado a no bajar la guardia en función de posibles nuevas emergencias futuras».
Estas nuevas «vacunas» atraen la atención de toda la comunidad científica, no tanto por su falta de eficacia (algo bastante previsible, dada la tendencia de los coronavirus a mutar), sino en relación con una frecuencia decididamente anómala de acontecimientos secundarios indeseables, cuyo verdadero valor aún está por aclarar.
Se trata de una «piedra en el estanque» para seguir investigando, en el contexto de esa «honestidad intelectual» que siempre ha caracterizado y caracteriza a nuestra Asociación».
Me abstendré de hacer cualquier comentario, ya que sería demasiado ofensivo y perjudicial para la profesionalidad de los demás (suponiendo que la persona que ha escrito estas palabras conozca el significado del término).
De esos 1006 casos, en 948 se encontraron «diversas alteraciones en el estado de agregación de los eritrocitos y la presencia en la sangre periférica de partículas de diversas formas y tamaños de dudosa naturaleza» (94 % de los pacientes).
Curioso que esta cifra se siga repitiendo, ya que es exactamente el porcentaje de reducción de la población mundial deseado por las élites.
Además, esta publicación no es más que un calco de lo que ya se ha verificado desde hace más de un año en la práctica totalidad de la comunidad científica internacional, con el agravante de no tener siquiera el valor de utilizar la palabra «grafeno»; en el llamado Tercer Mundo no existe tal temor.
En resumen, este estudio es absolutamente inútil para fines científicos y diagnósticos, y si he informado sobre él es solo para completar la información, así como para subrayar una vez más el estado deplorable en el que se encuentra la investigación científica en Italia.
¿Artículos científicos «made in Italy» ?
No, gracias.
Se trata de un método para modificar artificialmente el tiempo que consiste en sembrar polímeros, que se dispersan en las nubes de lluvia durante una tormenta. El viento que genera el fenómeno meteorológico agita la mezcla y hace que el polímero absorba la lluvia.
Esta interacción genera una sustancia gelatinosa que precipita en la superficie inferior, reduciendo así la capacidad de las nubes para llover.
Esta es otra prueba de que quienes siguen propagando que no hay artículos científicos sobre el tema están equivocados.
Microsoft ha presentado una patente para resucitar a seres queridos muertos en forma de «chatbots» de inteligencia artificial a partir de datos digitales recogidos en la web.
En pocas palabras, se trata de vida artificial, es decir, ordenadores que simulan formas de vida virtuales individuales o colectivas, como «avatares» individuales, simulaciones sociales o mundos virtuales.
Kurapati R., Mukherjee S.P., Martín C., Bepete G., Vázquez E., Pénicaud A., Fadeel B., Bianco A. (2018). Degradation of Single-Layer and Few-Layer Graphene by Neutrophil Myeloperoxidase. https://doi.org/10.1002/anie.201806906
Warrier V., Greenberg D.M., Weir E., Buckingham C., Smith P., Lai M.C., Allison C., Baron-Cohen S. (2020). Elevated rates of autism, other neurodevelopmental and psychiatric diagnoses, and autistic traits in transgender and gender-diverse individuals. Doi : https://doi.org/10.1038/s41467-020-17794-1
A raíz del intento de tapar de todas las formas posibles el daño causado a toda la humanidad a través de las llamadas «vacunas» (y de paso mantener contentos a sus amigos de la OMS y el FEM), unos artículos científicos escritos por unos «investigadores» (recomiendo leer sus «currículos», en ellos se comproba fácilmente que se trata de un estudio falso encargado por alguien).
Estos «investigadores» querrían demostrar que el «transgenerismo» (os recuerdo por enésima vez que el término «transgenerismo» no existe en la literatura médica, sino que es solo una palabra de uso común utilizada solo en los medios de comunicación y en la política, donde, como es bien sabido, solo cuentan falsedades a sueldo del conocido NWO.
Esto demuestra, por enésima vez, la falta de profesionalidad de estos «supuestos» investigadores, quienes afirman que el autismo sería una patología inducida por nanopartículas presentes desde hace décadas en las llamadas «vacunas».
Evidentemente, no hay ninguna relación entre las dos «patologías».
En cambio, el trastorno por estrés postraumático (TEPT), que solo hipotéticamente puede estar relacionado con un trauma sufrido a una edad temprana (algunas investigaciones han sugerido que los autistas pueden desarrollar tales síntomas), puede estar relacionado con un trastorno de identidad de género no especificado (GIDNOS).
Lamentablemente, se trata de un problema que viene de muy lejos y que, sobre todo, se ha enquistado a lo largo de los años en la opinión pública (que siempre ha estado mal informada sobre el tema) y en la opinión médica (y este hecho es muy grave).
De hecho, la llamada psiquiatría occidental sigue «clasificando» a las personas que sufren «disforia de género» como «perturbados mentales» y este hecho, evidentemente, sostiene y agrava el estigma al que se enfrentan en relación con los derechos y la igualdad de oportunidades (a menos que alguien decida vender su alma al FEM de Klaus Schwab, que, por cierto, debería ser obvio para todos, solo hace un uso cínico e instrumental de la cuestión para justificar su horrible definición de «igualdad»).
Un estudio que confirma los resultados de las autopsias realizadas en varios hospitales.
Artículos científicos que nunca leerás en los medios de comunicación.
Los autores llevaron a cabo un estudio exhaustivo tanto de las personalidades de los llamados «comentaristas» de Internet como de sus estilos de comentario, y revelaron relaciones bastante inquietantes entre el llamado «trolling» y la tríada oscura de la personalidad (sadismo, psicopatía y maquiavelismo).
En concreto, quienes mostraban especial interés por el cibertroleo presentaban rasgos muy marcados de sadismo.
