octubre 3, 2024 Calentamiento global
Mientras los titulares pregonan una falsa emergencia climática, las crisis medioambientales reales empeoran.
Aguas residuales y contaminación de los ríos
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Mientras los titulares pregonan una falsa emergencia climática, las verdaderas crisis medioambientales se agravan, sin mencionar los baches en las carreteras y los puentes que se derrumban.
La anticuada infraestructura del alcantarillado del Reino Unido no puede hacer frente a las demandas de una población en constante crecimiento.
Durante las fuertes lluvias, los desagües vierten aguas residuales sin tratar directamente a los ríos.
Según estudios recientes, desde 2020 Thames Water, la mayor empresa de suministro de agua y aguas residuales del Reino Unido, ha vertido al menos 72.000 millones de litros de aguas residuales al Támesis, lo que equivale a unas 29.000 piscinas olímpicas de agua.
En 2024, la empresa fue multada con 3,3 millones de libras por causar la muerte de más de 1.400 peces al verter de millones de litros de aguas residuales sin tratar.
A pesar de estos incidentes, Thames Water sigue vertiendo aguas residuales en las masas de agua.
La contaminación de los ríos tiene consecuencias desastrosas para la salud pública, ya que provoca enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, la disentería y la hepatitis A.
La presencia de bacterias nocivas como la E. coli en ríos y aguas costeras supone una amenaza directa para las comunidades que dependen de estas fuentes para beber, bañarse y divertirse.
Recientemente, miles de personas enfermaron de diarrea por ingerir parásitos presentes en el agua contaminada en Devon (Reino Unido).
En Bangladesh, el río Buriganga y otros ríos conexos de la región de la capital del país reciben cada día unos 60.000 metros cúbicos de residuos procedentes de los nueve grandes centros industriales.
El río es tan tóxico que los lugareños lo consideran biológicamente muerto.
En Nueva Delhi, la capital de India, el río Yamuna se ha visto muy afectado por el vertido de sustancias químicas nocivas y aguas residuales sin tratar.
Como resultado, algunas partes del río tienen un aspecto turbio, con espuma y residuos plásticos en sus orillas.
Otro río de la India, el Ganges, es uno de los más contaminados del mundo y recibe cada día más de mil millones de litros de aguas residuales sin tratar y residuos industriales.
En lugar de abordar problemas medioambientales urgentes como la contaminación de los ríos, los gobiernos destinan sus recursos y energías a responder a reivindicaciones infundadas como la crisis climática.
Las crisis medioambientales reales se agravan, por no hablar de las carreteras llenas de baches y los puentes derruidos.