El primer paso es dividir a la gente en grupos basados en la etnia, el color de la piel, la religión y las ideas políticas (normalmente izquierda contra derecha, utilizando la conocida creación de los Falsos Opuestos).
Esto sirve para dividir un país, haciendo que un grupo acabe temiendo al otro.
Esto conduce inevitablemente a la desintegración de la sociedad, enfrentando a las familias entre sí y rompiendo amistades que a veces duran toda la vida.
En el segundo paso, los diferentes grupos empiezan a aislarse entre sí.
Empiezan las protestas masivas, más o menos frecuentes, en las calles.
Es una fase medianamente violenta.
Se refuerzan aún más las divisiones entre un grupo y otro.
En el tercer paso, cada grupo tiende a crear su propia «zona segura».
En la práctica, un verdadero gueto donde pueden defenderse unos a otros.
Puede ser ciudad contra ciudad, o incluso convertirse en región contra región.
El comportamiento de la gente tiende a tener estos hábitos :
La gente se arma cada vez más, protegiéndose unos a otros.
La confianza en la policía se desvanece, al ser vista ahora exclusivamente como una fuerza gubernamental y, por tanto, no digna de confianza (en lugar de como un verdadero enemigo).
Cada grupo individual intenta «limpiar» (y luego eliminar físicamente) a todos los miembros del grupo contrario dentro de su «zona de seguridad».
El cuarto (y último) paso se produce cuando el pueblo ha llegado al punto de librar verdaderas guerras civiles.
Es precisamente en este punto cuando los tiranos acudirán al rescate del pueblo con promesas de paz.
En este punto, el pueblo renunciará a toda libertad en nombre de la seguridad personal.
